El lenguaje secreto de los árboles
Una bella leyenda de la mitología griega cuenta que Zeus, el Dios Supremo, quiere agradecer a una pareja de ancianos pobres la generosa hospitalidad con que lo acogieron sin haberlo reconocido.
Les pregunta que es lo que desean como recompensa. El viejo Filemón contesta: Deseo que mi esposa Baucis esté siempre a mi lado, incluso después de nuestra muerte. Baucis expresa el mismo deseo. Entonces Zeus los convierte en dos árboles que se acarician cada vez que la brisa agita sus gráciles ramas.
Hay muchos mitos de la Grecia clásica en los que seres humanos se convierten en plantas, flores o árboles. Es en nuestra desalmada época de algoritmos, biorritmos, de gigas y genes que los mitos van cayendo en el olvido.
Los hombres antiguos percibían los infinitos bosques oscuros como poblados de misteriosos seres del reino vegetal y animal.Por eso allí donde nosotros solo encontramos utilidad -leña, setas árboles de Navidad.- Los hombres de antaño hallaban temibles dioses del bosque a bellas ninfas del agua o a sabios genios selváticos.
“Sé bello como el abedul,
fuerte como el roble,
bueno como el olivo,
sabio como el manzano,
victorioso como el laurel y
fiel como la hiedra.”
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